27 Tribulación tan grande no sufrió Israel desde los tiempos en que
dejaron de aparecer profetas.
28 Entonces todos los amigos de Judas se reunieron y dijeron a
Jonatán:
29 «Desde la muerte de tu hermano Judas no tenemos un hombre
semejante a él que salga y vaya contra los enemigos, contra
Báquides y
contra los que odian a nuestra nación.
30 Por eso, te elegimos hoy a ti para que, ocupando el lugar de tu
hermano, seas nuestro jefe y guía en la lucha que sostenemos.»
31 En aquel momento Jonatán tomó el mando como sucesor de su
hermano Judas.
32 Al enterarse Báquides trataba de hacer morir a Jonatán.
33 Pero Jonatán lo supo y su hermano Simón y todos sus partidarios y
huyeron al desierto de Técoa, donde establecieron su campamento junto a
las aguas de la cisterna de Asfar.